Los Presocráticos: Primeros
Pensadores
Los primeros pensadores o primeros
filósofos griegos del período más antiguo, suelen conocerse con el nombre de presocráticos,
por ser inmediatamente anteriores al filósofo ateniense Sócrates (470 a 399 a.
C). Con ellos se inicia la filosofía en la historia.
El principio del conocimiento
filosófico en los primeros filósofos griegos reside en las concepciones de la
naturaleza, se refieren a la explicación del origen del mundo (cosmogonía),
concepciones que resultan diversas según el filósofo que las plantee.
Aristóteles llamó a estos pensadores physiologoy, esto es, físico, por
especular acerca de los primeros principios de la materia, de la naturaleza.
Aquí los filósofos se enfrentan con la naturaleza, con base en la pregunta ¿Qué
es?, para enfrentarse a otra pregunta, ¿Cuál es el origen del cosmos?,
interrogantes que no podrían encontrar respuestas en lo mítico sino en lo filosófico.
Interrogantes como ¿Qué es la naturaleza?, ¿De qué elementos está compuesta?,
¿De dónde emergen los primeros indicios de vida?, constituyen la base y la
historia del pensamiento griego. Esas primeras elucubraciones se gestionan en
una escuela, La Escuela de Mileto.
Paradójicamente, la filosofía
griega no tiene su origen en la Magna Grecia, sino que se erige en las colonias
jónicas del Asia Menor, a finales del siglo VII a. de C. Un grupo pequeño de
filósofos que pertenecen a tres generaciones trataron de dar respuestas a la
pregunta por la naturaleza a través de la escuela jónica o escuela de Mileto.
Iniciaremos con aquellos filósofos que hicieron parte de dicha escuela.
Tales de Mileto (624-546 a. de C). Conocido como uno de los siete
sabios; astrónomo, ingeniero, político. Se le atribuye el hecho de haber
introducido en Grecia, la geometría egipcia y el primero en predecir un eclipse
de sol. Con Tales de Mileto se inicia la
primera discusión que podríamos llamar epistemológica, por tratarse de unos
postulados que apuntaron a los orígenes del conocimiento cosmogónico, “Para tal predicción Tales debió inspirarse
en las tablas de frecuencias establecidas por astrónomos babilonios, acaso
difundidas por los fenicios. Se trata de
un buen ejemplo de cómo los griegos de esa época arcaica aprovecharon
conocimientos de procedencia Oriental.
Lo importante es, que, al presentar el eclipse como un fenómeno del que
puede darse razón y anunciar su repetición en un tiempo determinado, se ofrece
una explicación física del mismo, integrándolo en la naturaleza regida por
leyes“. Así como nos lo interpreta García Gual,
podríamos deducir que una explicación física de los fenómenos naturales, indica
la capacidad científica de un pensador como Tales.
Para explicar el principio u origen
de la vida en el universo, un elemento natural como fue el agua“ dijo que el arché
de todo es el agua, y que la tierra flota sobre las aguas“. En otra gran fuente histórica y anecdótica de
la Filosofía como lo son los textos de Diógenes Laercio, también puede leerse
que Tales “ dijo que el agua es el
primer principio de las cosas; que el mundo está animado y lleno de espíritus“.
Con Tales de Mileto se modifican las bases del pensamiento, reemplazando los
presupuestos mitológicos por los inicios de la búsqueda científica. Posteriormente, otros filósofos habrían de
seguir retomando su punto de partida, pero con diferentes principios
filosóficos o si se quiere, científicos; siempre tratando de explicar el origen
del cosmos.
Anaximandro (610-547 a. de C). Contemporáneo de Tales y discípulo
de él. Coincidió junto con su maestro, en que sólo existe una sustancia de
donde todo proviene. No obstante, Anaximandro aseveró que dicha sustancia no es
precisamente un elemento específico o definido, refutando la idea de Tales, de
que el agua es el principio de todo, ya que éste elemento es algo finito, que
sufre variaciones.
La sustancia primaria de donde
proviene todo, según Anaximandro, “es el infinito, sin definir el aire, el agua
ni otra cosa “. Esta
sustancia debe ser entendida como algo ilimitado e indeterminado. Con
Anaximandro se presentó un avance más claro en el conocimiento, al decir de
varios especialistas en filosofía griega, entre ellos Carl Sagan, quien asevera
en su texto COSMOS que “Anaximandro fue
una de las primeras personas de quien sabemos que llevó a cabo un
experimento. Examinando la sombra móvil
proyectada por un palo vertical determinó con precisión la longitud del año y
de las estaciones. Los hombres habían
utilizado durante eras los palos para golpearse y lancearse entre sí. Anaximandro los utilizó para medir el
tiempo. Fue la primera persona en Grecia
que construyó un reloj de sol, un mapa del mundo conocido y un globo celeste
que mostraba las formas de las constelaciones.
Creía que el sol, la luna y las estrellas estaban constituidas por el
fuego que se veía a través de agujeros en movimiento en la cúpula del cielo,
idea probablemente mucho más antigua.“ Todas estas afirmaciones del científico
norteamericano dan pie para asegurar que con esta sabio milesio, se presentaban
las primeras fuentes de una epistemología cosmogónica.
Anaxímenes (585-528 a. de C).
El tercero y último de los filósofos de la escuela de Mileto, quien
fuera discípulo de Anaximandro, según Diógenes Laercio propuso como elemento
último de las cosas naturales el Apeiron, esto es, el infinito en el
sentido de lo indeterminado. Ese
elemento indeterminado de las cosas “es el aire ”. Para poder explicar cómo el aire es el origen
de todas las cosas, Anaxímenes, habló de la expansión o rarefacción del aire,
lo cual provoca calor y en último esfuerzo se convierte en fuego, en tanto que
la condensación ocasiona el frío y cuando este aire se transforma en sólido, se
originan los vientos y si el proceso continúa, se convierte en agua y al
mezclarse con la tierra se convertía en piedras.
Con todos estos principios de los
filósofos milesios, se pueden fundamentar los primeros indicios científicos,
aún cuando ellos no formularon sus hipótesis como lo hacen hoy los científicos
modernos, aquellos que trabajan y elaboran hipótesis mediante la ayuda del
método y el laboratorio. Tampoco
pudieron los milesios desarrollar experimentos de ninguna índole para poder
probar dichas tesis. Puede decirse que sus ideas son de carácter dogmático, por
tratar de imponerlas a los otros y no aceptar otras versiones referidas a la
naturaleza. Lo válido de estos
pensadores es el cuestionamiento y el asombro que sintieron por tratar de demostrar
la naturaleza última de las cosas, como una explicación inicial a lo que más
tarde serviría de base para la filosofía de las ciencias, o Epistemología
Científica
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