jueves, 2 de agosto de 2012

Los Presocráticos: Primeros Pensadores

Los Presocráticos: Primeros Pensadores

 Los primeros pensadores o primeros filósofos griegos del período más antiguo, suelen conocerse con el nombre de presocráticos, por ser inmediatamente anteriores al filósofo ateniense Sócrates (470 a 399 a. C). Con ellos se inicia la filosofía en la historia.
 
El principio del conocimiento filosófico en los primeros filósofos griegos reside en las concepciones de la naturaleza, se refieren a la explicación del origen del mundo (cosmogonía), concepciones que resultan diversas según el filósofo que las plantee. Aristóteles llamó a estos pensadores physiologoy, esto es, físico, por especular acerca de los primeros principios de la materia, de la naturaleza. Aquí los filósofos se enfrentan con la naturaleza, con base en la pregunta ¿Qué es?, para enfrentarse a otra pregunta, ¿Cuál es el origen del cosmos?, interrogantes que no podrían encontrar respuestas en lo mítico sino en lo filosófico. Interrogantes como ¿Qué es la naturaleza?, ¿De qué elementos está compuesta?, ¿De dónde emergen los primeros indicios de vida?, constituyen la base y la historia del pensamiento griego. Esas primeras elucubraciones se gestionan en una escuela, La Escuela de Mileto.

 Paradójicamente, la filosofía griega no tiene su origen en la Magna Grecia, sino que se erige en las colonias jónicas del Asia Menor, a finales del siglo VII a. de C. Un grupo pequeño de filósofos que pertenecen a tres generaciones trataron de dar respuestas a la pregunta por la naturaleza a través de la escuela jónica o escuela de Mileto. Iniciaremos con aquellos filósofos que hicieron parte de dicha escuela.

 Tales de Mileto (624-546 a. de C). Conocido como uno de los siete sabios; astrónomo, ingeniero, político. Se le atribuye el hecho de haber introducido en Grecia, la geometría egipcia y el primero en predecir un eclipse de sol.  Con Tales de Mileto se inicia la primera discusión que podríamos llamar epistemológica, por tratarse de unos postulados que apuntaron a los orígenes del conocimiento cosmogónico,  “Para tal predicción Tales debió inspirarse en las tablas de frecuencias establecidas por astrónomos babilonios, acaso difundidas por los fenicios.  Se trata de un buen ejemplo de cómo los griegos de esa época arcaica aprovecharon conocimientos de procedencia Oriental.  Lo importante es, que, al presentar el eclipse como un fenómeno del que puede darse razón y anunciar su repetición en un tiempo determinado, se ofrece una explicación física del mismo, integrándolo en la naturaleza regida por leyes“[1].  Así como nos lo interpreta García Gual, podríamos deducir que una explicación física de los fenómenos naturales, indica la capacidad científica de un pensador como Tales.

 Para explicar el principio u origen de la vida en el universo, un elemento natural como fue el agua“ dijo que el arché de todo es el agua, y que la tierra flota sobre las aguas“[2].  En otra gran fuente histórica y anecdótica de la Filosofía como lo son los textos de Diógenes Laercio, también puede leerse que Tales  “ dijo que el agua es el primer principio de las cosas; que el mundo está animado y lleno de espíritus“[3]. Con Tales de Mileto se modifican las bases del pensamiento, reemplazando los presupuestos mitológicos por los inicios de la búsqueda científica.  Posteriormente, otros filósofos habrían de seguir retomando su punto de partida, pero con diferentes principios filosóficos o si se quiere, científicos; siempre tratando de explicar el origen del cosmos.

 Anaximandro (610-547 a. de C). Contemporáneo de Tales y discípulo de él. Coincidió junto con su maestro, en que sólo existe una sustancia de donde todo proviene. No obstante, Anaximandro aseveró que dicha sustancia no es precisamente un elemento específico o definido, refutando la idea de Tales, de que el agua es el principio de todo, ya que éste elemento es algo finito, que sufre variaciones.

 La sustancia primaria de donde proviene todo, según Anaximandro, “es el infinito, sin definir el aire, el agua ni otra cosa “[4]. Esta sustancia debe ser entendida como algo ilimitado e indeterminado. Con Anaximandro se presentó un avance más claro en el conocimiento, al decir de varios especialistas en filosofía griega, entre ellos Carl Sagan, quien asevera en su texto COSMOS que  “Anaximandro fue una de las primeras personas de quien sabemos que llevó a cabo un experimento.  Examinando la sombra móvil proyectada por un palo vertical determinó con precisión la longitud del año y de las estaciones.  Los hombres habían utilizado durante eras los palos para golpearse y lancearse entre sí.  Anaximandro los utilizó para medir el tiempo.  Fue la primera persona en Grecia que construyó un reloj de sol, un mapa del mundo conocido y un globo celeste que mostraba las formas de las constelaciones.  Creía que el sol, la luna y las estrellas estaban constituidas por el fuego que se veía a través de agujeros en movimiento en la cúpula del cielo, idea probablemente mucho más antigua.“[5]  Todas estas afirmaciones del científico norteamericano dan pie para asegurar que con esta sabio milesio, se presentaban las primeras fuentes de una epistemología cosmogónica.

 Anaxímenes (585-528 a. de C).  El tercero y último de los filósofos de la escuela de Mileto, quien fuera discípulo de Anaximandro, según Diógenes Laercio propuso como elemento último de las cosas naturales el Apeiron, esto es, el infinito en el sentido de lo indeterminado.  Ese elemento indeterminado de las cosas “es el aire ”.[6]  Para poder explicar cómo el aire es el origen de todas las cosas, Anaxímenes, habló de la expansión o rarefacción del aire, lo cual provoca calor y en último esfuerzo se convierte en fuego, en tanto que la condensación ocasiona el frío y cuando este aire se transforma en sólido, se originan los vientos y si el proceso continúa, se convierte en agua y al mezclarse con la tierra se convertía en piedras.

 Con todos estos principios de los filósofos milesios, se pueden fundamentar los primeros indicios científicos, aún cuando ellos no formularon sus hipótesis como lo hacen hoy los científicos modernos, aquellos que trabajan y elaboran hipótesis mediante la ayuda del método y el laboratorio.  Tampoco pudieron los milesios desarrollar experimentos de ninguna índole para poder probar dichas tesis. Puede decirse que sus ideas son de carácter dogmático, por tratar de imponerlas a los otros y no aceptar otras versiones referidas a la naturaleza.  Lo válido de estos pensadores es el cuestionamiento y el asombro que sintieron por tratar de demostrar la naturaleza última de las cosas, como una explicación inicial a lo que más tarde serviría de base para la filosofía de las ciencias, o Epistemología Científica





[1] García Gual, Carlos. Los siete sabios (y tres más). Biblioteca temática Alianza. Ediciones del Prado.  Madrid.  1995.  p. 51.
[2] Ibid., p. 52
[3] Laercio, Diógenes.  Vida de los más ilustres filósofos griegos. Tomo I.  Ediciones Orbis.  Baercelona.  1985.  p.27
[4] Ibid., p. 67
[5] Sagan, Carl.  Cosmos.  Planeta Barcelona.  1999.  p. 178
[6] Laercio, Diógenes, Op.  Cit.  p. 68

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